El acné es una inflamación de las glándulas sebáceas y el folículo piloso.
Se inicia en la pubertad. Habitualmente se resuelve alrededor de los 25- 30 años.
Las causas implicadas en su aparición son múltiples:
-hiperfunción de las glándulas sebáceas
-la flora microbiana en la piel
-factores hormonales y emocionales
-ingesta de fármacos y errores dietéticos.
Se desarrollan varios tipos de lesiones en el mismo paciente. Observamos seborrea, comedones abiertos y/o cerrados, pápulas, pústulas. En los casos más graves aparecen nódulos y quistes que pueden coexistir con cicatrices de lesiones inflamatorias ya curadas.
Las lesiones inflamatorias leves pueden curar sin dejar secuelas.En el acné moderado – grave las lesiones inflamatorias pueden dejar cicatriz residual. Al principio esta cicatriz es roja, eritematosa y luego se vuelve de color normal pero queda deprimida comparado con la piel normal colindante. También puede ser hipertrófica o llamada queloide.
¿Cuales son los objetivos del tratamiento?
Los objetivos del tratamiento son enfocados a mejorar y eliminar a los factores implicados en la aparición del acné:
-regular la seborrea
-evitar la obstrucción del folículo
-controlar la población bacteriana sobre la piel
-evitar las cicatrices.
Por eso se emplean 4 tipos de tratamientos:
1.Tópico
2. Sistemico
3.Hormonal
4.Quirúrgico
Una vez que aparezcan las cicatrices debemos tratarlos según sus características. Para eso empleamos terapias clásicas como pueden ser los peelings, la dermoabrasión, el microneedling, factores de crecimiento y terapias tan avanzadas como los láseres ablativos y no ablativos.
Los pacientes deben entender que el tratamiento tanto de las lesiones inflamatorias como de las cicatrices es un proceso largo y que en algunas ocasiones se acompaña de empeoramiento al inicio.Los resultados de la terapia se valorarán pasados 3 meses.La paciencia y la constancia deben de ser nuestros aliados.