Acné y rosácea
El acnĂ© es una afecciĂłn cutánea comĂşn que ocurre cuando los folĂculos pilosos de la piel se obstruyen con sebo, cĂ©lulas muertas de la piel y bacterias.
Se caracteriza por la aparición de granos, espinillas y lesiones inflamatorias en la piel, especialmente en la cara, el cuello, el pecho, los hombros y la espalda. El acné puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común durante la adolescencia debido a los cambios hormonales.
Desarrollo:
- Comedones: Son lesiones no inflamatorias que pueden ser de dos tipos: puntos blancos (comedones cerrados) o puntos negros (comedones abiertos). Los puntos blancos se forman cuando los poros se obstruyen con sebo y cĂ©lulas muertas de la piel, y la abertura del poro está cerrada. Los puntos negros ocurren cuando los poros se obstruyen y la abertura del poro está abierta, permitiendo que el sebo y las cĂ©lulas muertas de la piel se expongan al aire y se oscurezcan.Â
- PĂşstulas y pápulas: Son lesiones inflamatorias que se forman cuando los comedones se infectan con bacterias. Las pápulas son protuberancias pequeñas y elevadas de color rojo, mientras que las pĂşstulas son protuberancias con un centro blanco o amarillo rodeado de una zona roja e inflamada.Â
- NĂłdulos y quistes: Son lesiones más graves que ocurren cuando la inflamaciĂłn del acnĂ© se profundiza en la piel. Los nĂłdulos son bultos duros y dolorosos debajo de la superficie de la piel, mientras que los quistes son lesiones llenas de pus que pueden ser grandes y dolorosas. Estas lesiones pueden dejar cicatrices permanentes.Â
Causas:
- Cambios hormonales: Durante la pubertad, los cambios hormonales pueden estimular las glándulas sebáceas a producir más sebo, lo que puede contribuir a la obstrucciĂłn de los poros y la formaciĂłn de acnĂ©.Â
- Exceso de producciĂłn de sebo: La producciĂłn excesiva de sebo por las glándulas sebáceas puede aumentar la probabilidad de obstrucciĂłn de los poros y la formaciĂłn de acnĂ©.Â
- CĂ©lulas muertas de la piel: Cuando las cĂ©lulas muertas de la piel no se desprenden adecuadamente, pueden obstruir los poros y contribuir al desarrollo de acnĂ©.Â
- Bacterias: La presencia de la bacteria Propionibacterium acnes en la piel puede desencadenar una respuesta inflamatoria y empeorar el acnĂ©.Â
Tratamientos:
- Cuidado de la piel: Mantener una buena rutina de cuidado de la piel que incluya lavar suavemente la piel con un limpiador suave, evitar productos comedogĂ©nicos, y utilizar productos tĂłpicos que contengan ingredientes como perĂłxido de benzoilo, ácido salicĂlico o retinoides.Â
- Medicamentos tĂłpicos y orales: En casos más graves, se pueden prescribir medicamentos tĂłpicos como retinoides más fuertes o antibiĂłticos, o medicamentos orales como antibiĂłticos, anticonceptivos hormonales o isotretinoĂna.Â
- Terapia con láser o luz: Los tratamientos con láser o luz pueden ayudar a reducir la inflamaciĂłn y matar las bacterias en la piel.Â
- Procedimientos dermatolĂłgicos: Para el tratamiento de cicatrices de acnĂ© persistentes, pueden utilizarse procedimientos como peelings quĂmicos, dermoabrasiĂłn, microdermoabrasiĂłn o terapia de microneedling.
Es importante obtener un diagnĂłstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado segĂşn las necesidades especĂficas de cada persona.Â
La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta principalmente al rostro.
Se caracteriza por la apariciĂłn de enrojecimiento facial persistente, vasos sanguĂneos dilatados, pápulas, pĂşstulas y, en casos más avanzados, engrosamiento de la piel. Aunque la causa exacta de la rosácea aĂşn no se comprende completamente, se cree que factores genĂ©ticos, anormalidades en los vasos sanguĂneos de la piel, disfunciĂłn del sistema inmunolĂłgico y la presencia de ciertas bacterias pueden desempeñar un papel en su desarrollo.
SĂntomas:
- Enrojecimiento facial: El enrojecimiento facial, que a menudo afecta las mejillas, la nariz, la frente y el mentĂłn, es uno de los signos más comunes de la rosácea. El enrojecimiento puede ser persistente o aparecer en episodios.Â
- Vasos sanguĂneos dilatados: Los vasos sanguĂneos pequeños y visibles en la superficie de la piel, llamados telangiectasias, pueden ser un signo distintivo de la rosácea.Â
- Pápulas y pĂşstulas: Algunas personas con rosácea experimentan lesiones parecidas a las espinillas, como pápulas (protuberancias rojas) y pĂşstulas (protuberancias llenas de pus), similares al acnĂ©. Estas lesiones pueden ser sensibles y dolorosas.Â
- Engrosamiento de la piel: En casos más avanzados de rosácea, la piel puede volverse más gruesa y presentar una apariencia rugosa, especialmente en la nariz (rinofima) o en otras áreas del rostro.Â
Además de los sĂntomas fĂsicos, la rosácea puede afectar la calidad de vida de una persona debido a la preocupaciĂłn estĂ©tica y la incomodidad emocional que puede generar.
Si bien no hay cura para la rosácea, existen varios enfoques de tratamiento para controlar los sĂntomas y reducir las exacerbaciones. El tratamiento puede incluir:
- Medicamentos tĂłpicos: Se pueden prescribir cremas, geles o lociones tĂłpicas que contengan ingredientes para reducir el enrojecimiento y la inflamaciĂłn.Â
- Medicamentos orales: En algunos casos, pueden recetarse antibiĂłticos orales para tratar las lesiones inflamatorias.Â
- Terapia con láser o luz: Los tratamientos con láser o luz pulsada intensa (IPL) pueden ayudar a reducir el enrojecimiento, la dilataciĂłn de los vasos sanguĂneos y las lesiones inflamatorias.Â
- Cuidado de la piel: Se recomienda utilizar productos suaves y sin fragancia para el cuidado de la piel, asĂ como evitar factores desencadenantes conocidos, como el sol, el calor, el alcohol, el estrĂ©s y los alimentos picantes.Â
En la mayorĂa de los casos es necesario aplicar una combinaciĂłn de tratamientos para limitar los brotes y fuera de ellos mantener una rutina personalizada adaptada a las necesidades de cada paciente.
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